Uxue Barkos nos va abandonando. No de sopetón, ni de un día para otro, sino más bien por etapas, como el que, para dejar el tabaco, pasa de 20 cigarros al día a fumar 15, luego 10 y luego 5. Tras dejar el año pasado su escaño en el Parlamento de Navarra, desde este último sábado la periodista pamplonesa ya no es la secretaria general de Geroa Socialverdes, el partido que fundó hace 4 años para agrupar a los independientes de Geroa Bai. Le queda su puesto en la cámara alta de Madrid como senadora por la Comunidad Foral, pero nadie va al Senado a brillar en política. Uxue Barkos se nos va poco a poco, tras más de 20 años en los que ha pasado prácticamente por todos los escalafones de la política navarra. Su elección en 2004 como diputada al Congreso encabezando la lista de Nafarroa Bai supuso todo un vuelco y el primer anuncio de una posibilidad de cambio en el esclerotizado sistema de poder en esta Comunidad, repartido entre una UPN siempre gobernante y un PSN de escudero imprescindible. Tendrían que pasar 11 años y muchos vaivenes políticos para que esa primera esperanza se hiciera realidad en 2015, con Uxue Barkos convertida en presidenta de Navarra, la primera abertzale de la historia en ocupar el cargo. Entre ambas fechas, había sido diputada una vez más y otras dos elegida concejala en el Ayuntamiento de Pamplona. Protagonista indiscutible de la política foral de los dos últimos decenios, su estela empieza a declinar a partir de las elecciones de 2019 que desembocaron en la presidencia de la socialista María Chivite, a la que Geroa Bai apoya desde entonces en el Gobierno de Navarra. Tras varios años más bien anodinos de parlamentaria foral, Uxue Barkos va culminando lo que seguramente será su total despedida de la política. No digo que se le echará de menos, porque ya hace años que se le estaba echando. Como en el caso de Koldo Martínez, en Geroa les va a costar llenar el hueco que deja.