Groenlandiako lezioa, La lección de Groenlandia, fue una de las mejores conferencias-abecedario pronunciadas por Bernardo Atxaga en los 90, publicada luego en forma de libro. En ella, el escritor cabalgaba de la A a la Z para mostrarnos su universo literario y su visión del mundo. Recuerdo que en uno de sus pasajes comparaba la frialdad del hielo groenlandés con la que muchos gastamos para con el sufrimiento ajeno, incluida la de bastantes vascos de la época con la gente que, un portal más allá, estaba siendo asesinada. Una frialdad casi tan intensa como la que ha esgrimido buena parte de Europa con la brutal matanza que Israel sigue todavía perpetrando en Gaza con las bendiciones y las armas de Estados Unidos. Trump, que el próximo día 20 jura su cargo como presidente de ese mismo país, acaba de anunciar su pretensión de anexionarseGroenlandia, entre otros lugares del planeta. Las declaraciones del delincuente electo han provocado revuelo no sólo en la inmensa isla, o en su metrópoli, Dinamarca. Los grandes mandatarios europeos también han expresado su rechazo a las pretensiones del millonario. Pero no sé. Estados Unidos se hizo grande tanto a base de guerras –con los indios, con Méjico, con España–, como por transacción monetaria. A Francia le compró la Luisiana, a la propia España la Florida y Alaska a la Rusia de los zares. Trump acabará tirando de chequera y Europa bajará la testuz les guste o no a los groenlandeses (que a lo mejor les gusta). Si eso fuera lo único horrible que pueda pasar en el mandato de ese sujeto, ni tan mal.Todo puede ser mucho peor. Si alguien quiere documentarse sobre cómo hemos llegado a eso recomiendo una lectura, navarra además: Amerikaren arrakalak (Las grietas de América) del periodista arbizuarra y excorresonsal de ETB en Estados Unidos, Mikel Reparaz. Todavía calentito, uno de los mejores libros de 2024.