Tras muchas idas y venidas de una decena de familias arropadas por numerosas vecinas, vecinos y por el propio Ayuntamiento, Educación por fin ha dado luz verde a la enseñanza en euskera en el colegio público de la localidad.
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Este puede ser un buen momento para retomar el libro Aibar-Oibar, editado por Altaffaylla Kultur Taldea en 2008 y elaborado por un grupo de investigación local, encabezado por Rosa Iziz Elarre. En él se explica, por ejemplo, que la primera mención a la población la tenemos en la crónica ‘Fractus est castro Aybaria’ en el año 882, cuando los árabes arrasaron el castillo.
En cuanto a la forma Oibar, hoy denominación oficial en euskera, aparece citada en documentos de 1074 y 1076 como ‘Oiuar’. Oibar también aparece en un buen número de topónimos, la mayoría de las veces unido a la voz bidea (camino). Así en Leache el camino que llevaba a Aibar se llamaba Oibarbidea. A esto añade el libro: “Por otra parte , el término vasco se mantuvo vivo hasta finales del siglo XX por los pastores euskaldunes del valle de Salazar, buenos conocedores de la zona, debido a su tránsito anual por las cañadas. Ellos llamaban Oibarre a Aibar”.
Entre los topónimos llegados hasta nuestros días se citan en este libro: artamendia, de arte (encina) y mendi (monte), bizkaia (sierra), menditxuri (monte blanco o pelado) o soreta, de soro (prado) y -eta (sufijo de lugar). En Aibar también se han conservado hasta nuestros días un buen número de palabras de origen euskérico como auzolan, aska, baldarra, birika, bueske, farranduska, goitibera, hamaiketako, kaparra, kurrusko, lar, mandarra, modorra, moskorra, muga, ondulan, piperra, txungur, usin, zartako, zikina o zirria.
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