A Galileo lo quiscorriaron en la hoguera por defender que la Tierra es redonda. Algo hemos avanzado cuatro siglos después: ahora sale en televisión un tipo rebatiendo que la Tierra es plana y solo acertamos a barruntar que ha vuelto a la parrilla Crónicas Marcianas. De momento, no percibo a los terraplanistas como una amenaza, aunque a pequeña escala también sumen adeptos a esa plaga negacionista que ahora tiene a Donald Trump como abanderado. Siguiendo sus absurdas teorías, cuando desde la playa miro al horizonte y observo la línea que separa el azul marino del azul celeste imagino al barco de Truman aplastándose contra una pared. Pues, más o menos, así llegaríamos al confín del planeta si nos atenemos a la doctrina del exfutbolista Javi Coves. De todas formas, esa enorme planicie ¿dónde tiene el punto de no retorno, en la costa de California, en la de Japón? Frente a la idea de dar la vuelta al globo está la versión de caminar sobre una cinta terrestre. Dicho esto, hay un 4% de españoles que cree que este mundo que nos acoge es como un enorme ladrillo.
Este es uno de los datos recogidos en un denso informe del BBVA sobre Creencias de base científica y creencias y prácticas alternativas difundido ayer. Hay conclusiones más importantes en esta encuesta realizada a 2.013 personas mayores de 18 años, pero este tipo de ítems captan más fácil la curiosidad. Ya digo que los terraplanistas son pocos, pero ese 4%, si extrapolamos el porcentaje, sumarían cerca de 200.000 personas: como decía José María García ¡ojo al dato! En esa misma línea, el 30% de los consultados creen que astros y planetas influyen en la vida diaria de las personas; idéntica cantidad defiende que los extraterrestres visitan la Tierra; sin olvidar al 14% que sostiene que el ser humano nunca ha pisado la Luna.
Ocurre que los negacionistas tienen abierta la puerta de las televisiones porque animan la audiencia y los programas de corte científico solo encuentran refugio en La 2 de RTVE. Y a un astrofísico como Javier Armentia recurren para debatir con un tipo que se atreve a poner en duda la inteligencia de Galileo. “Seguir pensando que vivimos en un planeta plano es hacer un canto a la ignorancia”, sentenció ante las cámaras el exdirector del Planetario. No hay más preguntas, señoría.