La queja del Madrid contra la expulsión de Bellingham es que esta vez no le dijo “Fuck you” al árbitro sino “Fuck off”, que no es lo mismo y que Ancelotti tradujo muy libremente como “No me jodas” y el propio jugador como “Joder”. Pero las traducciones más aceptadas son: “Vete a la mierda”, “Vete a tomar por el culo”, “Vete a cagar”, “Vete al carajo” y hasta el castizo “Vete a freir espárragos”.

Y en los próximos días, por lo menos hasta el partido del miércoles contra el City, la caverna madridista nos acabará por convencer de que la traducción literal es “Jolines” y que la expulsión es la enésima prueba de la conspiración RFEF-Liga-Árbitros para que el Real Madrid no gane la Liga... Todo menos coger en un aparte a Bellingham –que es joven y aún puede aprender– y leerle la cartilla para que se comporte y deje de repartir sus “fuck” a diestro y siniestro. Todo menos aceptar alguna vez un resultado adverso sin echarle la culpa a los árbitros.