Cuando leas estas líneas se habrá celebrado ya en Glasgow la reunión de International Board prevista para el 1 de Marzo. Las decisiones que allí se hayan tomado entrarán en vigor el primer día de julio y regirán las competiciones de todo el planeta futbolero en la temporada 25-26, cómo corre el tiempo. ¿Gustarán a los aficionados? Mayormente sólo cuando gane su equipo, como siempre, para qué vamos a engañarnos.

Entre los temas previsibles a tratar hay algunos de más importancia que otros, destaca por su trascendencia la posible aplicación de la Ley Wenger: el antiguo entrenador de Arsenal propuso, ya hace años, que la posición de fuera de juego deje de aplicarse al atacante que adelanta una parte de su cuerpo al penúltimo defensor, ahora sería preciso que adelante toda su silueta de manera que si sólo el talón del delantero estuviera en línea con alguna parte del cuerpo del defensor seguiría estando en posición correcta. El cambio sería de enorme relevancia y propiciaría muchas más ocasiones de gol. ¿Favorecería el espectáculo? Vaya usted a saber, seguramente sí, pero los puristas de las Reglas recelamos de cualquier cambio. Dejarían de anularse esos goles por milimétricas posiciones y se cambiarían por otros.

Se debatirá también sobre las pérdidas de tiempo, debate eterno. Los maximalistas pedirán acabar con el tiempo corrido y pasar a que cuando el balón no esté en juego se detenga el reloj, la duración se reduciría a unos 30 minutos reales por cada una de las dos partes. Esta decisión acabaría con uno de los aspectos fundamentales en el espíritu de nuestro juego, vivir para ver.

Menos trascendente, pero del todo imprescindible, es acabar de una vez con el abusivo manoseo de balón por parte de los porteros en complicidad con los árbitros. La Regla 12 deja claro que disponen de seis segundos para devolverlo al juego pero lleva sin aplicarse varios quinquenios, los porteros abusan de su posesión de modo impune, la solución puede pasar por ampliar a ocho los segundos y sustituir el castigo de libre indirecto dentro del área por algo menos grave como un saque de esquina o de banda. Los árbitros contarían de manera pública los segundos de posesión de balón.

No puede faltar, hasta ahí podríamos llegar, el debate sobre el VAR. Las propuestas parecen ir hacia su simplificación y a que los entrenadores tengan la facultad de pedir la revisión limitada de jugadas, el llamado challenge que ya existe en baloncesto. Cualquier avance para reducir las intervenciones y su duración será, en principio, bienvenido.

Un amigo mío enfatiza que esas reuniones sólo valen para cobrar dietas y hacerse ver pero yo le acuso de cínico y descreído, no sé yo si….

Formación del Comité Navarro de Árbitros de Fútbol.