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Mesa de Redacción

Joseba Santamaria

Capitalismo de quita y pon

Capitalismo de quita y ponAl Drago / POOL

Este constante voy y vengo en el que ha instalado Trump el ejerciccio de la geopolítica internacional con sus constantes cambios en las decisiones que anuncia no es una casualidad. Nada es casualidad en la política. Asienta el estado de crisis y de incertidumbre de forma permanente en el mundo y de ahí espera obtener beneficios para él y sus negocios y para sus más cercanos.

Llevamos ya dos décadas caminando por este siglo XXI y casi todo ese tiempo con una sensación de hacerlo por el filo de la navaja. Unos primeros años atrapados en la juerga del despilfarro y las burbujas inmobiliaria y financiera.

Un estado de cosas a la que le siguió la crisis de 2008. Y cuando los datos apuntaban a un nuevo impulso socioeconómico llegó la pandemia del coronavirus que mostró la dura realidad de formar parte de un modelo económico globalizado mucho más débil e ineficaz que lo que su propaganda relataba cada día. Y seguramente, a la crisis sanitaria y a la crisis social y económica que ya están aquí, a la continuidad de la guerra en Ucrania y del genocido palestino en Gaza, le seguirá irremediablemente una crisis política de alcance igualmente impredecible.

Trump utiliza la economía como botón nuclear -de paso posiblemente obtiene amplios ingresos como beneficio como parece que ocurrió con su decisión de anunciar aranceles para todo el mundo y 24 horas después, con las Bolsas en caída libre, cambió de opinión más por negocio que por acojono creo-, porque su interés en juego es el de la hegemonía en el mundo en un tiempo en el que EEUU ofrece pruebas de agotamiento y debilidad frente a China y otros países que emergen con poder y fuerza. No sé como se resolverá este presente en el futuro.

Pero sí intuyo que esta situación excepcional nos está dejando ya una larga lista de cuestiones tanto individuales como colectivas que repensar y sobre todo grandes retos de aprendizaje. Desde el sistema de comercio y producción industrial a los modelos de sanidad, educación, relaciones laborales y atención a nuestros mayores o la misma la organización política.

Es cierto que Navarra, dentro de sus limitadas posibilidades, somos una sociedad organizada y corresponsable pero también pequeña y con recursos limitados, está actuando, tanto institucional como política, social e individualmente, con responsabilidad y, dentro de lo complejo de esta incertidumbre, también con eficacia. Y, sin embargo, nada asegura que eso vaya a ser suficiente para afrontar todas sus consecuencias con una Europa cada vez más debilitada y que hace tiempo que ha dejado de ser el centro del mundo.

La política de Trump es la política de la ira y el desorden del caos, que controla medios de comunicación, corporaciones internacionales, países enteros, organizaciones religiosas y buena parte del entramado militarista y policial en sus países. Un neocapitalismo de quita y pon en lo económico y un autoritarismo político y social basado en la amenaza para infundir miedo y poder descarrilar las democracias. Si no somos conscientes de la crisis política que se avecina acabará ganando la fractura y la confrontación de los idiotas.