Desazón en Podemos-Ahal Dugu Navarra. Sin fecha estimada para la Asamblea autonómica. Corresponde convocarla a su Coordinadora. El 19 de marzo cumplió los cuatro años de mandato. Begoña Alfaro prefiere esperar que se calme la “vorágine” de la Asamblea de estos días. No tiene prisa. Autonomía territorial con retrovisor a lo estatal. Ella ha sido más de Yolanda que de Ione. Sin escatimar simpatías. Esa querencia puede que pase a ser inviable. Por las descalificaciones de Pablo Iglesias -urdidor de alianzas, nombramientos y comportamientos- y el portazo a la confluencia por parte de Irene Montero, investida candidata a las generales. Iglesias, escapista del Gobierno para conquistar el cielo de la Asamblea de Madrid. Tras su fracaso y traición del compromiso contraído, escapista de la política institucional. Vuelta a sus orígenes mediáticos de politólogo influencer. Mece la cuna para el renacimiento de Podemos. En Navarra, el vigor fundacional de la marca (7 parlamentarios forales, casi 46.000 votos, presidencia del Parlamento 2015-2019) cayó fulminado en las siguientes elecciones (2 parlamentarios, pérdida de 30.000 votos). La formación de Contigo/Zurekin -un clon de Sumar- fue la pócima maquilladora de unidad a la izquierda del PSN-PSOE. Media docena de confluyentes salvaron los tres escaños heredados de Podemos e IE y obtuvieron un ajustado asiento consistorial en Pamplona, al filo del límite de la representación municipal. Al menos los líderes, encontraron poltrona. Begoña como consejera foral con rango de Vicepresidenta. Lo malo de los proyectos colectivos es que diluyen la sigla principal y la sociedad le pierde el pulso. Tiene claro que Contigo debe ser un proyecto navarro sin tutelas de Madrid, agente “de política contaminada y dañina”. Coordinadora de Podemos y presidenta de la coalición, Alfaro se muestra escapista de respuestas sobre la renovación de su liderazgo. Insistente en la evasiva. Ni se lo ha planteado. Zozobra.