No es raro ver grupos de turistas visitando Pamplona en cualquier época del año con su pañuelo rojo al cuello y haciéndose selfies en la Estafeta, como en un eterno Sanfermín. Estos días, sin embargo, podremos ver otros grupos más interesados en conocer la historia y la presencia del euskera en las calles de Iruñea que en las carreras de los morlacos. Son los participantes en el encuentro anual de la Red Europea para la Promoción de la Diversidad Lingüística, que este año se está celebrando en Pamplona, con Euskarabidea como anfitriona.

Un centenar de personas expertas representantes de los 15 gobiernos europeos y las 25 entidades que conforman esta red están hablando aquí y ahora sobre la situación y los retos de las lenguas minoritarias. Especialmente interesante será la jornada abierta al público que se celebrará mañana viernes en el hotel Tres Reyes: “Desarrollo sostenible de zonas de alta vitalidad para las lenguas minoritarias”. Esto es, cómo fortalecer y revitalizar los lugares donde una lengua minoritaria, el euskera en nuestro caso, es la lengua principal y en los que basta prácticamente con salir a la calle para aprenderla. Porque en Navarra existen pueblos así, aunque algunos no se lo crean. De hecho son ya 21 las localidades navarras que forman parte de la mancomunidad UEMA que agrupa a poblaciones donde los vascohablantes superan el 70%.

Y si alguien se anima a seguir descubriendo cosas que pasan desapercibidas para gran parte de la población, le recomiendo que acuda también mañana, pero por la tarde, a la sala Pinaquy donde varios escritores y escritoras hablarán de los últimos 50 años de literatura en euskera en Navarra. Hasta literatura hay en euskera, ¡que lo sepas!