Entre las noticias, los periodistas informan de eventos que se repiten cada año. En ese calendario, asocio el inicio de mayo al primer corte del Queso Idiazabal en Napardi y a la visita de Jose Mari Ustarroz a las instalaciones de DIARIO DE NOTICIAS para entregar en mano la invitación de esa cita anual.

El lunes 5 de mayo cumplió con esa tradición a sus 85 años y vino junto a Amaia, trabajadora del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Idiazabal. Durante 17 años Jose Mari presidió este consejo, y aunque en 2021 pasó el testigo a Félix Ajuria, continuó viniendo a la sede del periódico para cumplir con esa costumbre.

Durante unos minutos hablábamos de la campaña del Queso Idiazabal, de las últimas novedades, de los pastores y sus rebaños de ovejas latxas, de la persona encargada del corte (“no sabía que Jamones Romero tuviera tantas tiendas en Pamplona”, me reveló esta vez) o de la siguiente edición del Artzai Eguna.

Esos diálogos

Pero también había tiempo para abordar otros temas del ámbito personal que surgían tras forjar una relación profesional de años -aunque resulte paradójico-. ¿Quién me iba a decir que aquella conversación del 5 de mayo iba a ser la última que iba a mantener con Jose Mari?

Cercano, amable y con diálogo perenne, aprendías de sus experiencias, porque relataba infinidad de episodios que yo desconocía. Esta vez comenté con Jose Mari la cantidad de mala hierba que había crecido por las lluvias en el olivar de mi padre y que yo iba a quitar con una desbrozadora. Al instante, me propuso: "¿Sabes cuál es la mejor solución?". Pregunta que no contesté a la espera de que él me respondiera: “Ovejas, se comen todo. Más ecológico que eso no hay”.

Deseo a medio cumplir

También me recordó que conocía a uno de mi pueblo, al que en una ocasión le abonó un café en un viaje en tren. “Sin comentarle que soy yo, le transmites saludos de mi parte, y como pista añádele que me tiene que invitar a un café”, me indicó sonriendo.

Cumplí con su deseo, aunque no le pude trasladar el mensaje del receptor en el acto de apertura de la nueva temporada del Queso Idiazabal porque, por primera vez, Jose Mari no participó por motivos de salud. Los asistentes notaron su ausencia y le mencionaron.

Apenas 22 días después, recibí la noticia de su fallecimiento. Echaré en falta tu visita de mayo al periódico, rotativo que todos los días leías, como me confesaste una vez más cuando te entregué un ejemplar al despedirnos. ¡Quién me iba a decir que no te iba a ver más!

Una suerte haberte conocido, Jose Mari.