Es tan curiosa esta prenda que se hace acreedora a un análisis, si bien cuando se creó hacerse el nudo era una lata.
Unos lo hacían con vuelta, y al llegar el que se llamó americano, por considerarlo más elegante, al otro le dieron puerta. Sin embargo, con el paso de los años, cansados de ver siempre el mismo nudo, se volvió a las andadas, al considerarlo más pistonudo.
Curiosa prenda es la corbata, sinónimo de elegancia, con la que, según donde se use, el político puede meter la pata.
Vemos que en el Congreso y el Senado sus señorías usan siempre corbata; y en los mítines, por lo general, sin corbata suele hablar, tratándose de poner a la altura del pueblo si bien a la mayoría este detalle le importa un huevo, ya que lo que quieren oír es un programa con el que puedan mejorar su vivir.
Siempre se consideró a la corbata sinónimo de derechas, si bien la izquierda también la acata en un sin número de fiestas.
Es una tremenda lástima que cada vez se está prescindiendo de su uso, cuando resulta ser un broche de elegancia, imprescindible cuando se usa un traje, pues sin ella al look le causamos un gran ultraje.
Esta prenda tan distinguida, como resulta ser la corbata, ha sido sustituida por el pendiente y la coleta, que hace a quien los usa un aspecto más pendiente al cambiarle ambos complementos de jeta.
Cuidemos nuestra presencia, de acuerdo con el lugar donde vamos a ir. Será sinónimo de elegancia en nuestra forma de vestir.
A la playa sin corbata, pero en actos de representación, aún cuando ello sea una lata, ¡usad corbata por favor!
Hoy hay más comercios que nunca dedicados a vestir, y al haber desechado nuestro buen gusto, a los pobres les toca sufrir.
Traspaso, se vende o se alquila son los anuncios más frecuentes, y mientras éstos llegan, nos anuncian sus rebajas a límites preocupantes.
Ayudemos al comercio adquiriendo lo que nos falta, ya que al ver lo que están sufriendo, ¡se nos ponen de corbata!