Me dirijo a la nieta de Víctor Urkijo Tobalina, vilmente asesinado (por terroristas nunca detenidos, juzgados ni sentenciados) y arrojado a la tristemente famosa sima de Urbasa. Dejó viuda y ocho hijos que cabían debajo de un cesto. Su delito: vender el periódico El Socialista en Altsasu en tiempos del último gobierno sufragado por el pueblo en el estado, la República.

Se estima como aproximado el numero de doscientas víctimas asesinadas y echadas a ese lugar por los posteriormente dictadores de este país.

Hay un comentario de algún iluminado que criticó el por qué hubo una misa durante el recuerdo a los asesinados en la fecha fijada para su aniversario. Ese iluminado calificó el acto religioso de "circo", acto al que asistieron familiares y vecinos del valle.

Quiero decirle que entre republicanos también los había creyentes como los puede haber ahora, y que no por ello dejan de ser republicanos capaces de respetar a personas que no lo son, ahí la bondad de la república, el ser y tener, trato igual para todos y el respeto mutuo entre todos, sin adjetivos. Decirle también, sin que sea ni de lejos una defensa de la infame iglesia golpista, que hubo curas que supieron distinguir entre defensa de sus creencias y barbarie sangrienta, ejemplo, el nunca homenajeado en el pueblo de Altsasu Marino Aierra. Por cierto, Consistorio, ¿qué tal una calle con su nombre (por respeto a nosotros mismos y nuestro pasado)?

Volviendo al tema de la misa quisiera hacer la aclaración de que cuando se cumplieron los setenta años de los asesinatos, un hijo del citado Víctor Urkijo me comentó que tenían problemas para encontrar un sacerdote, porque así querían su celebración, y le di el nombre de una persona que le resolvió el problema. Hubo unos comentarios entonces de: "¿qué pintan esos en esto?", se lo expliqué y lo entendieron, se realizó y punto. Por cierto no cobraron entrada.

Este año no acudí a la cita por problemas de salud. El año que viene, si la Providencia y la ciencia lo permiten, estaré. Por los muertos y por los vivos con pasado y futuro.

Amaia, apruebo hasta la última coma que escribiste, Segi Aurrera!