A Kepa Mallea Olaetxea
Quienes te conocimos en la travesía del Pirineo del Anaitasuna de Iruñea, allá por los años 90, ya nos sorprendimos con algo especial que había en ti. La capacidad de emocionar a los demás, la fuerza interior para transmitir una alegría sin límites y tu propia capacidad de superación. A veces, cuando la etapa era dura, sabías sobreponerte a tus propias limitaciones. Y allí estabas, cada noche, alrededor del fuego improvisando unos bertsos que nos dejaban clavados a la tierra que nos acogía. Allí estabas, creando alrededor de ti un circulo mágico de amistad gratuita sin precedentes. Quizá eso ha sido también tu vida.
Tu muerte nos pilla a traición. Unos te conocimos más, otros menos, pero siempre, en las cenas que organizamos quienes formamos este grupo, salía tu nombre a relucir. Kepa. Te has ido de una forma brutal y violenta. Nada que ver con tu vida. Que tu memoria, tus bertsos, tu enorme fuerza y tu pasión por la vida sigan estando donde siempre, al lado de quienes amabas y sentías como tuyos. Desde este lado del tiempo, tus amigos y amigas del Anaitasuna de Iruñea y en su nombre.