Para las elecciones generales del 20 de noviembre, solocité el día 21 de octubre el voto por correo, como puedo acreditar con su justificante de recepción. En la tarde del día 14 de noviembre no he recibido de la Oficina del Censo Electoral de Navarra la pertinente documentación, teniendo noticia directa de que el mismo problema afecta a otros familiares y conocidos. Tal proceder nos va a impedir el poder votar en las citadas elecciones.
Se trata de un patente caso de mal funcionamiento de los servicios públicos, que se traduce en la lesión de mi derecho fundamental a sufragio electoral que, sólo ejercitable cada cuatro años, se nos burla en esta ocasión y resulta de imposible reparación. Todo esto contrasta ello con la presteza en la exacción de impuestos, contribuciones y tasas, sin entrar en el uso que ha venido dando al dinero público.