Estos días, debido a la pertinaz sequía, como se decía en tiempos de Franco, se están produciendo diversos incendios forestales. Todos sabemos que cuando hay un incendio las llamas de un árbol incendian otro cercano y este a otro. Si además hay viento, favorece su propagación y es muy difícil controlarlo.
La culpa del incendio no es de los árboles, es del pirómano de turno que prende los primeros focos para la propagación de este.
En el bosque de nuestra sociedad tenemos distintos árboles, formados por personas y agrupadas en distintos sectores, educación, sanidad, trabajadores (funcionarios, empleados, autónomos), colectivos sociales, ONG, ecologistas, partidos políticos, jubilados, viudas, parados, etcétera.
Debido a los recortes económicos y de derechos de todo tipo, se está produciendo un incendio en cada uno de los colectivos, y la culpa de que este incendio se propague y se extienda, cada vez más, no es de los árboles, no se les culpe a ellos del siniestro, los culpables son los pirómanos, empezando por el anterior Gobierno que encendió los primeros focos, y continuando con el del señor Rajoy, que ha encendido otros nuevos y además está soplando fuerte para avivar el fuego. Cuando este gran incendio quede fuera de control y sea imposible pararlo, no nos culpen a los árboles, habrá que buscar a los pirómanos y ponerlos en manos de la verdadera justicia.