Como vecinos/as de Puente la Reina-Gares nos vemos en la obligación moral de contestar a las graves acusaciones vertidas contra el párroco, en la carta publicada el jueves 8 de marzo con el título Ni zorras ni locas, firmada por Raquel Ciriza. Tu escrito es un escrito a medias, por eso vamos a contar lo que falta.

Hace siete años llegó a Puente la Reina-Gares un nuevo párroco (joven, con ilusión, ganas de trabajar..., un cura con vocación), introduciendo un aire muy fresco a nuestra comunidad.

No somos quién para juzgar a ninguna persona implicada en la parroquia (como tú dices), pero con el tiempo has demostrado otros intereses. Hay que explicar que esta señora vive en una casa colindante a la casa parroquial, y a través de una grieta en la pared grababa conversaciones privadas del párroco con feligreses y no feligreses, vulnerando el derecho a la intimidad. Estas grabaciones fueron difundidas públicamente por la vecina. A raíz de esto, el párroco denunció los hechos, iniciándose un proceso judicial que, ante la posible sentencia de cárcel, decidió retirar la denuncia, demostrando su conciencia de sacerdote.

Por supuesto que te apoyará gente, un grupo muy reducido, porque el resto del pueblo, es decir, la mayoría, está en contra de tus actuaciones, calumnias y difamaciones hacia el que fue nuestro párroco. Produciendo tanto daño... reconsidéralo. No te pene en un futuro lo que estás haciendo. ¡Ah! Por cierto, en todo lo que has descrito que eres como mujer, creemos que faltaba un apelativo.