Ya no es el tabaco el rey en el mundo de las yerbas que a los humanos más encandilan pues librarse de ella quieren muchos, sino una extraña molécula, la hispanolona, que se da en algunas plantas silvestres del ibérico territorio, según ha descubierto un grupo científico, pues ayuda a eliminar el cáncer. En una araña se da una tela especial con una resistencia mayor que la del acero y una elasticidad muy superior a la del nylon. Pensaban usarlo para elaborar chaquetas antibalas. Hace unos días, otros estudiosos, de esos a los que ahora recortan becas y presupuestos, lograron revivir una planta congelada hace treinta mil años, bajo los hielos siberianos. Pero, a dónde va este escritor. ¡Ah! paciente lector, pues no a la defensa de una nueva gastronomía con ensaladas prehistóricas o un romántico suspiro por los seres que parecían muertos y vemos hoy aparentemente resucitados. Todo ello puede ser interesante, bello, emocionante. Pero es que también es práctico.
La variedad genética, la riqueza todavía por explorar de miles de seres vivos puede ayudar enormemente al desarrollo de la humanidad tal y como señalan tantos sabios amonestando a los tontos, ricos y políticos que devastan el planeta, quemando o talando bosques y extinguiendo especies, envenenándolo, porque remedios a muchos males podremos hallar en esos seres hoy ignorados que crecen a nuestro lado. Como dice el Réquiem alemán de Brahms, "toda carne es como hierba y todo el señorío de la humanidad como flores de hierba". Dejemos un buen futuro a nuestra vejez y a nuestros hijos, ¡oh! derrochadores e inconscientes.
No hay por qué fumarse el cigarro de la diversidad biológica.