Injusticia
Me decido a escribir porque creo que no debo dejar pasar por alto el maltrato que las directivas de Osasunbidea hacen al personal que les ha servido durante años. Soy médico pediatra colombiano de nacionalidad italiana que hace 8 años acudió a una llamada por necesidad de la unidad de prematuros del entonces Hospital Virgen del Camino. Entonces necesitaban un pediatra con experiencia en neonatos que asumiera guardias en la unidad de recién nacidos de dicho hospital. Hice llegar mi curriculum y les informé de mi situación con el proceso de homologación del título de pediatra. El jefe de pediatría consultó con el director del hospital sobre las condiciones que me podían ofrecer y sobre la legalidad de mi vinculación al centro hospitalario y se llegó al acuerdo de poner durante los primeros meses a prueba mi idoneidad para cubrir las necesidades con la condición de acabar la vinculación laboral si no demostraba las capacidades necesarias. Pasaron 7 años en los que, además de las unidades de prematuros y cuidado intensivo pediátrico, trabajé en atención primaria en pueblos de Tierra Estella, Etxarri Aranatz y Alsasua, sin ningún contratiempo.
Hace un año el director gerente de Osasunbidea, sin ninguna razón médica, dispuso que no podía continuar haciendo las guardias hospitalarias por no tener el título de pediatra homologado, a pesar de tener por escrito el ofrecimiento que me había hecho el anterior jefe del servicio de pediatría, en el que me decían que podían obviar la homologación siempre y cuando cumpliera con las expectativas del puesto, aunque podía continuar trabajando en atención primaria. Hubo cambio de directivas de Osasunbidea y pensando que las nuevas directivas tenían la suficiente honorabilidad y honestidad para revisar la disposición del anterior director gerente y teniendo en cuenta que las necesidades del servicio de neonatología seguían siendo las mismas corroboradas por los jefes tanto de las unidades de prematuros y cuidado intensivo pediátrico y del servicio de pediatría, volvería a retomar las guardias. No fue así y me vi en la necesidad de establecerme en otra comunidad con los trastornos que conlleva.
Mi paso por Navarra fue muy agradable hasta que me encontré con esta injusticia. Lamento mucho que la sanidad navarra se encuentre en manos de personas que piensan solo en cumplir requisitos administrativos y no en el bienestar de profesionales que les han servido durante años ni en el de la gente en general.