También en nuestro país sufren los niños esclavos. Las pasadas Navidades, un hecho pasaba desapercibido en los medios de comunicación: el mayor buque factoría del mundo, de nombre Lafayette, se hallaba atracado en el puerto de El Ferrol con el fin de realizar reparaciones en los dos próximos meses. Fue denunciado porque habían visto en su interior a niños asiáticos de entre 10 y 12 años cargar y descargar pesados fardos por la noche. A los pocos días, el barco abandonó aguas españolas y no se quiso saber nada más del asunto. Silencio del Gobierno gallego. Silencio del Gobierno central. Silencio sindical.
Hoy hay más esclavos que en cualquier otro momento de la historia. ¡400 millones de niños esclavos! Se reproduce en mayores proporciones lo que 200 años antes describía Charles Dickens en sus novelas: explotación infantil, prostitución, corrupción, avaricia, usura, desahucios, hambre, violencia, cárcel para los pobres y libertad para los banqueros. Y con la excusa de la crisis, el imperialismo económico sigue imponiendo a la población más explotación, más paro y más esclavitud infantil. Paro y esclavitud infantil tienen una misma causa, un sistema asesino de la infancia, por eso es necesaria una misma lucha que, como la agresión, no conozca fronteras, una lucha internacionalista y solidaria por la dignidad en el trabajo.
El próximo 16 de abril conmemoraremos el Día Internacional Contra la Esclavitud Infantil, desde el Partido SAIn saldremos a la calle, como cada año, a denunciar que se puede acabar con la esclavitud, sólo hace falta voluntad política.