La pasada semana se abrían los puntos de información al consumidor del Servicio de Consumo en algunas localidades de Navarra. Se ponía en práctica una política de consumo que, bajo el pretexto de reordenar, busca eliminar del ámbito del consumo a las entidades locales y reducir la actuación de las asociaciones de consumidores. En tiempos de crisis, la Administración trata de aumentar el protagonismo del Servicio de Consumo, aun a costa de duplicar servicios y empeorar la atención de los consumidores. ¿Sobra el dinero? ¿Por qué no se fomenta lo que ya funciona y es demandado por los consumidores? Navarra es ejemplo a nivel nacional en atención y defensa de los consumidores y en valoración por parte de los mismos.

Los ciudadanos navarros lo tienen claro: según la última encuesta de CIES de marzo de este año, los consumidores otorgan un 40 a la defensa que realizan las asociaciones de consumidores de Navarra y un 2 a la Administración. Simplemente conocen quién puede defenderle mejor ante un problema de consumo.

Uno de los casos más llamativos es el de Tafalla, donde el nuevo punto de información del Servicio de Consumo va a sustituir a la oficina municipal del consumidor que gestionaba Irache desde hace 6 años. Los vecinos se verán afectados, puesto que se sustituye un servicio bueno y eficaz por un servicio inferior y con menor capacidad de actuación. La Administración no puede realizar todas las actuaciones que realiza una asociación de consumidores, y además debe adoptar una posición de neutralidad ante las reclamaciones. En Tafalla, el 84% de los vecinos valora de forma positiva el disponer de una oficina municipal de información al consumidor, el 88% considera buena o muy buena la atención que recibían actualmente por la oficina gestionada por Irache y un 70% de los que la utilizan quieren que sea Irache quien gestione la oficina, mientras que solo un 15% quieren que sea el Servicio de Consumo. ¿Entonces?

Es necesario ya una rápida actuación de las máximas autoridades de Navarra. Debe cambiar la política de Consumo y se debe volver a ayudar a las entidades locales y a fomentar las organizaciones que demandan los consumidores. En época de crisis, dejar a los consumidores sin resortes ni apoyos que les ayuden de verdad es un error.