Según nos informan, España ya es el país europeo con más cultivos transgénicos. Europa, en comparación con Estados Unidos, Iberoamérica y Canadá, tiene una cantidad de hectáreas más bien modesta. Pero en este país parece que nos gusta estar a la cabeza de lo más negativo.

Por lo visto, es en España donde se están llevando a cabo la mayor parte de los experimentos, y ello sin que la población esté siendo informada. Por lo visto, España dedica 60 veces más a financiar transgénicos que a investigar en agricultura ecológica.

Es descorazonador comprobar cómo ciertas autoridades, jueces, magistrados, etcétera, avalan la postura que indica que son los consumidores quienes tienen que demostrar la peligrosidad de los alimentos, en lugar de ser los productores quienes demuestren su inocuidad.

Las grandes empresas de biotecnología tienen bien distribuidos sus peones en los gobiernos y entidades importantes del mundo. Nosotros, los que añoramos un planeta más limpio y sano y una buena salud para nuestros semejantes, no tenemos ese poder, pero al menos podemos expresarnos a través de los medios, a los que estamos enormemente agradecidos, y, de esa forma, conseguir que cada vez más ciudadanos puedan engrosar el grupo.

Antes de finalizar, otra noticia, una de las grandes multinacionales señaladas se está preparando para desembarcar en el negocio del agua potable. Lo que faltaba.