Indignación de un padre por el ataque a centros educativos del modelo D
Como padre que soy de tres hijos que han cursado y cursan sus estudios en centros públicos de enseñanza del modelo D quisiera expresar mi más profunda indignación y repugnancia, mi rabia e impotencia hacia las publicaciones vomitivas aparecidas estos días en la prensa nacional, en concreto, en el diario El Mundo y en La Razón, atacando y criminalizando al profesorado y alumnado de determinados centros de Navarra, como la ikastola Amaiur, el colegio Mendialdea o el instituto Iturrama, en una información absolutamente sesgada, cargada de muy mala fe.
Se deja caer nada más y nada menos que actúan como centros de adoctrinamiento de terroristas. Esto es una auténtica canallada, una verdadera manipulación e intoxicación informativa, calumniosa y difamatoria que, desde luego, debería ser objeto de querella criminal contra estos medios informativos. Hay material más que suficiente en esas pseudo informaciones para ir de inmediato al Juzgado por la vía penal.
Pero lo peor de todo es que el daño ya está hecho. Sí, porque por desgracia hay mucha gente que se llega a creer esta porquería o a la que le deja cierto grado de duda o sospecha. Ya se sabe, calumnia y difama, que siempre algo queda.
Yo estoy muy orgulloso de haber llevado a mis tres hijos a cursar sus estudios de primaria a la ikastola Amaiur, centro público de enseñanza del modelo D, que imparte sus clases en euskera.
Y por supuesto, ante cualquier siembra de duda o sospecha, quisiera dejar muy claro que a lo largo de 16 años ininterrumpidos que llevo involucrado como padre en la ikastola, puedo dar fe tanto de la absoluta falsedad de dicha información -ni el más mínimo grado de adoctrinamiento de ningún tipo- como del alto nivel de la calidad de enseñanza que se imparte en dicho centro, calidad, que, por cierto, para sí quisieran muchos centros privados o concertados que se vanaglorian de ella, aunque cada uno es muy libre, por supuesto, de elegir el modelo educativo que quiere para sus hijos.
Desde aquí, todo mi apoyo y solidaridad con la dirección y el profesorado de Amaiur ikastola y todos los centros públicos del modelo D, y que no os quiten ni un gramo de vuestras fuerzas para seguir adelante con vuestra excelente labor docente.