Llevamos meses y meses hablando de los Caídos, que si derribar, que si disimular... pero todo son pegas y razones para una y otra cosa. Una servidora ya lo está disfrutando, en mi mente.
Ahora cierro los ojos y estoy en un jardín, con flores de colores y un aroma que me llega hasta los pulmones, llenándome de vida y salud.
Hay pájaros revoloteando, oigo sus trinos, disfruto del concierto.
También hay bancos para sentarme y disfrutar del panorama.
El jardín tiene un hermoso ventanal, que deja paso al sol, donde antes había un feo y gran muro.
El lugar daba yuyu nunca quería pasar, siempre lo esquivaba.
Cómo me gustaría que se materializara para disfrutar de verdad. Estoy convencida de que las personas de todos los tamaños y colores seríamos muy felices, porque de eso se trata la vida ¿no? Era tan fácil, tan fácil, tan fácil, que quisieron hacerlo difícil y no lo consiguieron.