DIARIO DE NOTICIAS destaca en primera línea a monseñor Francisco Pérez rezando el rosario frente a la clínica de Ansoáin, junto a ciudadanos y ciudadanas, ya que por lo visto este centro realiza interrupciones del embarazo. Como se trata del Día de los Inocentes pensaba que se trataba de una inocentada. No se trataba de una inocentada porque el resto de la prensa también ha publicado esa tan inocente fotografía. La presencia de la Benemérita Guardia Civil demuestra una vez más su política de ser fuertes con los débiles y débil con los fuertes, una vez más, no olvidarnos que este obispo es castrense, tiene el rango de General de Brigada que le permite este doble cargo y por supuesto unas ventajas económicas lejos del alcance de todos nosotros.

Respecto a los embarazos, dejad a las mujeres en paz, que bastante tienen con su maternidad y con sus partos con riesgo de muerte. No sería mala idea ante la realidad de que muchas mujeres tienen que abortar, dada su absoluta pobreza, que la Iglesia jerárquica y poderosa colaborase económicamente para salvar la vida de estos niños. Si así fuera, muchos obispos, Papas, cardenales, religiosos y religiosas se salvarían y entrarían en el reino de los cielos, a la derecha del Dios padre y no a la izquierda, que ya es casualidad que en cielo pasen estas cosas.

Y digo estas cosas porque de verdad, si queremos salvarnos a nivel personal, repito lo leído por mí hace muchos años. Lo dijo Jesús ante uno de sus seguidores: "Si quieres salvarte como me dices, da cuanto tienes, ven y sígueme". Esto lo tiene que saber mejor que yo este obispo castrense, pero por lo visto la tarea de este hombre es mandarnos a todos al infierno y solamente él recibido en el cielo con honores militares, con ángeles vestidos de soldados, dada su condición de general de brigada. Creo recordar hace años que nos recordó que existían hijos del pecado, si no es cierto le pido perdón. Me prometo cada vez que escribo no escribir más, pero mi fiel compañera que es mi conciencia no me deja en paz. Vencido de tanto hacer frente al mar y a su oleaje. Enhorabuena a esos 60.000 voluntarios que se han ofrecido para dar de comer al hambriento y dar de beber al sediento.