El martes 6 de mayo un grupo de siete personas que se identifican como montañeros y ecologistas procedió a cortar una docena de clavijas del paso de Cotatuero, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Su acción busca, según afirmaron en un comunicado, "devolver a la naturaleza el santuario de los bucardos y urogallos", especies que consideran amenazadas por la masificación turística y la actividad deportiva en la zona. LEA LA INFORMACIÓN COMPLETA