Este año, por tercera vez, nos ha producido una inmensa alegría recibir de nuevo a Geizi en nuestra familia. Geizi, que este año ha cumplido once años, se ha convertido en los últimos tres años en nuestro hijo, hermano, amigo? en esa parte saharaui de nuestro corazón que durante el año vive en los campamentos de refugiados de Tinduf y cada verano nos visita, acogemos y compartimos todo con él. Esto es posible gracias a ANAS (Asociación Navarra de Amigos del Sáhara) que, entre otras cosas, organiza en Navarra cada año la acogida de niños y niñas saharauis dentro del programa internacional Vacaciones en paz. Como todos los veranos, hemos sido convocados por ANAS a la habitual recepción del Gobierno de Navarra, a la cual acuden, por una parte, algunos niños acogidos por familias navarras y, por otra, la presidenta Yolanda Barcina. Este año, como los anteriores, hemos vuelto a declinar la invitación al evento. Habría sido suficiente no responder a la invitación, pero hemos visto oportuno hacer públicos nuestros motivos por los cuales no acudiremos.

Lo que nos ha impulsado al acogimiento de un niño saharaui ha sido los sentimientos de sensibilidad y solidaridad hacia las personas que viven en lugares y países gravemente desfavorecidos por la injusticia. Esa injustica a la que nos referimos en el caso del Sáhara, como en tantos lugares del mundo, no la ha provocado un huracán, terremoto o sequía alguna. Esa injusticia la han provocado al fin y al cabo decisiones políticas que toman personas con nombres y apellidos que, de forma activa o pasiva, han ejercido y siguen ejerciendo una gran influencia en el devenir del pueblo saharaui. Por eso nos parece tan importante la labor que desde distintas organizaciones, como ANAS, realizan para lograr la justicia y la libertad para este pueblo.

Nosotros, de la misma manera que pedimos libertad y justicia para el pueblo saharaui, pedimos libertad y justicia para el nuestro también. Entendemos que el Gobierno de Navarra, lejos de comprometerse con la justicia de ambos pueblos, es cómplice en el caso saharaui y responsable directo de las injusticias del nuestro. Más aún en la coyuntura actual cuando el Gobierno de Navarra se afana en desmantelar los logros sociales conseguidos en décadas de lucha y esfuerzo. Que no cuente con nosotros Yolanda Barcina para sacarse la foto de verano con Geizi. A Yolanda Barcina le preocupa tan poco el pasado, presente y futuro de Geizi como el de nuestro hijo Iraitz. Mientras tanto seguiremos apostando por un mundo diferente, un Sáhara sin Mohamed VI y una Navarra sin Yolanda Barcina como presidenta. No pretendemos en ningún momento juzgar las decisiones que puedan tomar otras familias o ANAS respecto al acudir o no a ese tipo de actos. Eso ya no es competencia nuestra y por eso, manifestamos nuestro más absoluto respeto para quien lo haga. El pasado mes de junio participamos en una iniciativa para reclamar el derecho a decidir en Euskal Herria. Es el mismo derecho que reclamamos para el pueblo saharaui. Es lo que deseamos para Geizi y el resto de niños que nos visitan y que algunos posarán con la presidenta. Nosotros no estaremos. Cada cual que valore las ausencias como quiera. Al menos con nosotros que no tengan dudas.