ELA: la enfermedad olvidada

No es de extrañar que en esta sociedad sean pocos los que conozcan los síntomas de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). No les culpo, de lo único de lo que se habla hoy en día es de los políticos y del ébola, pero como la fiebre de esta última ya ha pasado, solo nos queda la corrupción.

Esta enfermedad neurológica se caracteriza por una atrofia progresiva de todos los músculos del organismo, que comienza por una mano o pierna. En cambio, en ningún momento se afectan las facultades intelectuales, ni los órganos de los sentidos, y avanza sin producir dolor, pero sí malestar. El grave problema al que se enfrentan los pacientes de ELA es que en muy poco tiempo se convierten en dependientes de otra persona ya que pierden la movilidad, y en ocasiones también la capacidad para hablar o tragar. Esto acarrea tanto problemas para la familia como para el propio enfermo, quien ve día a día cómo empeora físicamente sin poder hacer nada al respecto.

Sin embargo, que sean pocas las personas que lo padezcan no quiere decir que no se deba hablar de ello, al contrario, deben saber que no están solas. Por eso desde aquí quiero rendir un humilde homenaje a todas esas familias, todos esos cuidadores, todos esos médicos que se dedican día y noche a velar por aquellos que sufren esta durísima enfermedad, que sepan que hay gente que se acuerda de ellos todos los días y que los consideran verdaderos luchadores.