Nos llega la noticia de que en Missouri, y por segunda vez en dos años, un ejemplar de hydrophinae, serpiente de agua que vive en cautividad, ha tenido crías sin interactuar antes con un miembro del sexo opuesto. Dicha serpiente vive en cautividad y sin compañero desde hace siete años. Un becario que la cuida encontró las cápsulas de las crías recién nacidas, que, en este caso no sobrevivieron, pero sí lo hicieron las nacidas el año pasado, que se hallan en otro centro lejos de allí.
Los herpetólogos señalan que estos nacimientos, obviamente son poco comunes, pero pueden darse en algunas especies por un proceso denominado partenogénesis, que es un tipo de reproducción asexual en el que se desarrollan crías partiendo de huevos sin fertilizar, y por tanto no hay contribución genética del macho. Por lo visto, éste es un caso único en una serpiente de esta especie. Así como otras especies acuáticas, la hydrophinae da a luz crías en lugar de poner huevos.
Este hecho nos hace recordar cómo en la década de los sesenta, en nuestros tiempos de estudiante, una doctora centroeuropea nos decía: "Ojito, hombres, con continuar tratándonos mal a las mujeres, porque es posible que la madre naturaleza pueda tomarse la revancha en el futuro y, entre otras cosas, vaya preparando el camino para que las mujeres no os necesitemos en absoluto para poder procrear, ya que lo conseguiremos nosotras solitas a través de la generación por doncellas, o partenogénesis". Nunca se nos olvidaron éstas palabras. Así que, recordando con cariño a la doctora, diremos con una sonrisa, y por qué no con expectación ante su declaración: "¡ojo al dato!".