En la vida nos encontramos con situaciones que muchas veces no dependen de nosotros sino de terceros.
Éste es el caso de mi hermana cuando en el año 2009 se le diagnosticó una enfermedad neurodegenerativa. En ese momento empezó un peregrinaje por las consultas de neurología (citas previas, entradas urgencias, etcétera).
El 29 de octubre de 2011 sufrió una fuerte crisis en su enfermedad y fue trasladada a urgencias del CHN.
Recuerdo aquel día con una enorme tristeza, pero para nada me podía imaginar que a la paciente a partir de aquel día la vida le iba a sonreír de nuevo y todo gracias a la doctora María Martín Bujanda, especialista en Neurología. Quiero destacar de esta doctora su actitud positiva, su implicación y la capacidad para tomar la decisión adecuada.
Gracias al buen diagnóstico de la doctora María Martín Bujanda, mi hermana empezó a mejorar, a sentir ilusión por las cosas, a tener ganas de vivir, a disfrutar de su familia, de su pueblo, de los amigos y vecinos, de las cosas sencillas. Por tanto, recuperó su calidad de vida a pesar de su durísima enfermedad hasta su último día, falleció el 7 de enero de 2016.
Siento la necesidad, el deber y la obligación desde aquí de expresarle mi más mi sincera gratitud y ser un modelo a seguir por otros colegas de profesión.
Deseo que familias con enfermos que sufran la misma o similar enfermedad que ha padecido mi hermana, tengan la misma suerte que tuvimos nuestra familia en topar un día con la doctora María Martín Bujanda en urgencias, siendo este día un nuevo comienzo para mi hermana.