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Santos Villanueva y algunos más

Si Pello Iriarte y Concepción Úbeda sí que saben, y como bien dice esta última muchos más sabemos, y ya está bien de callarse. Esta diócesis tiene problemas hace mucho tiempo por los tejemanejes de cuatro/cinco personajes que lidian a su gusto. Si, doña Asun, yo también le conozco cuatro depresiones siempre a raíz de algo oscuro y siempre salió un cura para defender lo indefendible, hablando solo de un personaje cuando en ese caso los extorsionados son otros, incluso no estuvieron de acuerdo en el número de personas, ya que el señor arzobispo a los días indicó en un reportaje en la prensa otro número.

Mentiras, difamaciones, hipocresía, envidias, soberbia... Muchos adjetivos, demasiados... Demasiados asuntillos.

Tenemos buenos sacerdotes, sencillos y cercanos, y es evidente que lo que hacen cuatro/cinco personajes, que siempre son los mismos, no les ayuda mucho. Tampoco el máximo responsable de esta diócesis, porque hay casos fragantes a personas buenas que les han hecho mucho daño y se han callado y tapado. Como si el silencio solucionara el daño. Tampoco la prensa en Navarra lo hace muy bien. Es curioso. Se olvidan cuando ponen el currículo datos importantes como, supuestamente, juzgado y condenado. Parece ser que ser sacerdote es un cúmulo de títulos, cargos, etcétera. Quizá deberíamos mirarles con la misma vara de medir que a los políticos.

Pello y Concepción, que estos personajes no nos alejen de la Iglesia. Sigamos poniendo la X donde nos corresponde como cristianos porque la gran labor de la Iglesia en este aspecto es inmejorable. Pero sí estoy de acuerdo con ustedes en que esta diócesis debe subsanar el daño que causan esos reportajes infames, llenos de mentiras. Subsanar el daño a los fieles y al resto de sacerdotes, y subsanar esas tropelías realizadas con personas anónimas, de aquí y de allá. Personas que tienen nombre y apellidos y que en algunos casos son un ejemplo a seguir.