¡Félix, me debes una cuajada!
Kaixo Félix, zer moduz zaude? ¡A quién se le ocurre marcharse el día de mi cumpleaños sin despedirse! ¡Y yo sin mi cuajada!
¡Qué ratos más buenos hemos pasado juntos! La última vez que estuve contigo fue en el almuerzo que organizamos en Sanfermines. ¡Ahí estuvo todo el komando postal! Me acuerdo de las ediciones de la Korrika, con la gente de Correos. De esas comidas en Goldaraz que, ¡cómo no!, terminaban con unas partidas de mus impresionantes y canciones varias.
Siempre estabas al pie del cañón organizando actividades. Me acuerdo de un campeonato de mus de Correos que jugamos en el Trontxo y, de repente, apareció el jefe. ¡Luego entregó los trofeos! No sé si te acordarás. Creo que era un partido de Osasuna contra el Tenerife. Perdimos en El Sadar 1-2. Al finalizar el partido, de lejos vi a dos personas. Érais Mikel y tú. O dije: “¡Ya sé por qué hemos perdido! ¡No te enfades!”.
El día de tu incineración había mucha gente, muchos compañeros de Correos, personas que te querían y te seguimos queriendo. Yo creo que el pueblo de Irurzun te echará mucho de menos. Verán que falta alguien. Nunca te olvidaremos, Félix. ¡Ah! Y acuérdate que me debes una cuajada y que tenemos pendiente una partida de mus. Yo jugaré con Txomin, a ti te dejo elegir.
Agur Félix! Gero arte, ¡amigo!