Espero que sea un error lo publicado en la sección de Economía del lunes 28 de enero, lo de que la pensión mínima de jubilación es de 835,80 euros.

Porque publicar conscientemente que la pensión mínima de jubilación es de 835,80 euros sería situarse entre quienes tratan de aumentar la confusión con la situación y futuro de las pensiones, como están tratando de realizar los medios afines a los centros del poder económico y político con el objeto de dividir y desmovilizar al movimiento de pensionistas.

La pensión mínima de 835,80 euros o 783,60 euros es para aquellos jubilados y jubiladas que tienen cónyuge a cargo. Para el resto de jubilados y las viudas hay seis tramos más de pensión mínima que van, dependiendo de su situación familiar y/o la edad, de 433,70 euros que corresponde a las del SOVI a 687,16 euros mensuales.

A esta pensión de la Seguridad Social habría que añadir la prestación del Gobierno de Navarra que alcanza los 735,46 euros, aunque para ello las personas que pudieran tener derecho a esta cantidad tendrían que solicitarlo individualmente a través de los Servicios Sociales, siendo obligatorio presentar la declaración de la renta. Aunque lo más normal y natural, si se quiere que el derecho sea de aplicación universal a las y los pensionistas, es que fuera el propio Gobierno de Navarra quien de oficio pusiera este aumento de la pensión en el bolsillo de las cerca de 40.000 pensionistas, la mayoría mujeres, a las que pueda corresponderles utilizando para ello el conocimiento que le dan sus servicios informáticos.

Me resisto a finalizar esta carta sin hacer referencia a la reivindicación de 1.080 euros de pensión mínima, asumida por la inmensa mayoría de pensionistas, y denostada por aquellos que se sitúan al lado de los poderes económicos y que implica al propio Gobierno de Navarra y a las fuerzas políticas, puesto que el establecimiento de una pensión mínima de jubilación y viudedad de 735,70 euros demuestra que las instituciones navarras tienen competencias para establecer ese mínimo en los 1.080 euros que reclama el movimiento de pensionistas, necesario para que ninguna persona mayor viva en la pobreza. Nos falta ver voluntad política.