A través de estas líneas quería hacer público mi agradecimiento a todo el personal de la Casa de Misericordia: médicos, geriatras, psicólogos, enfermeras, cuidadores... En definitiva a todos y todas las profesionales que con tanto cuidado, esmero y humanidad realizan su trabajo diario.

Gracias por vuestra labor y vuestra atención y cariño hacia Jesús Garatea Larrambebere durante los seis años que compartió su vida con todos vosotros. Seguro que ese tiempo no hubiera sido lo mismo sin esa enorme compañía.

Milaesker denoi.