A propósito de la exhumación de los restos del indescabalgable caudillo, hemos sabido esta semana que el TS, tan celoso de su seriedad y rigor histórico y jurídico, le ha escamoteado a don Manuel Azaña casi 3 años (1936 a 1939) de jefatura del Gobierno de España, atribuyéndoselos al inquilino de Cuelgamuros. Esto ha traído a la memoria de Simplicius la figura de don Manuel y la siguiente reflexión que se le atribuye: “Si los españoles hablaran solamente de lo que saben y de lo que entienden, se produciría en España un enorme silencio que nos permitiría pensar”.