Ya son 20 años de la Fiesta de la Cereza y parece que fue ayer cuando se inició. La fiesta también ha madurado como la cereza en estos años y cada vez la acompañan más actos en su homenaje y cada vez más personas vienen ese día. Es un día, para estar orgullosos como milagreses y decir con alarde: “soy del pueblo de las cerezas”, porque solo con esta frase ya saben que somos de Milagro. En estos años, todos los milagreses hemos tirado del carro de la fiesta y de ahí parte del éxito de lo que hoy es, uno de los mejores, por no decir el mejor día del año y el que más visitantes recibimos. Hay muchas cerezas en España, en Navarra también, pero las de Milagro (no es que lo diga yo, que soy parte, sino que lo dicen todos los que ese día acuden a nuestro pueblo) tienen algo especial que las diferencia y eso es por el cariño que los milagreses le ponemos en su cultivo, tal y como lo hacían nuestros antepasados. Hoy los países ricos se miden por el PIB (Producto Interior Bruto) y Milagro se mide por el CIB (Calidad Interna Buenísima) que tienen sus cerezas para deleite de los paladares más exigentes.

Antes de que sigáis leyendo, ya sé que me he venido arriba, no lo puedo evitar, la mejor manera de comprobar lo ricas que están las cerezas de Milagro es que os acerquéis el domingo 16 de junio y lo comprobéis por vosotros mismos. Os esperamos a todos y todas el domingo que, según las previsiones meteorológicas, va a hacer un día estupendo.