Si bien en política no se celebran campeonatos del mundo, menos mal, sí podríamos hacer cierta similitud, salvando distancias, con las campañas electorales, a las que tan acostumbrados nos tienen nuestros políticos. Al haber habido unos resultados, diríamos curiosos, en las ultimas elecciones, hoy se están desarrollando numerosos combates, en forma de pactos, donde juegan desde los pesos moscas, hasta los pesos pesados, todo ello para decirnos quién será el campeón que ocupará el Palacio de la Moncloa.

Algunas veces se parecen más a la lucha libre que al boxeo las discusiones que se traen sus señorías, dado que en aquella proliferan los insultos, los golpes bajos, etcétera, y esto no ocurre en el noble deporte de las doce cuerdas, que es como se le conoce al boxeo. Próximos como estamos a celebrarse el campeonato entre los pesos pesados -que por cierto les va muy bien las siglas de PP y PS- solo les pedimos respeten las reglas del juego y que se olviden de las irregularidades, impresentables, que se dan en la lucha libre.