El pasado domingo 21 de julio se celebró en la villa de Andosilla la XLIII concentración de Auroros de Navarra. Jornada festiva de hermanamiento, devoción, cánticos y alegre encuentro entre personas que disfrutamos, vivimos y trabajamos por mantener el canto y tradición de la aurora en nuestras respectivas localidades, y que año tras año la disfrutamos y ensalzamos juntos en este día.

Desde estas líneas queremos agradecer toda su labor a los auroros de Andosilla. Fueron grandes anfitriones y les felicitamos de corazón por su organización. Igualmente, animamos y mostramos los mismos sentimientos hacia los auroros de Corella, que, valientes, recogen el testigo para organizar la próxima edición. Cada año es especial, porque cada localidad nos ofrece lo mejor de sí misma, y con sus particularidades características enriquecen y hacen única cada edición. Pero la de este año, al menos para los auroros de Tafalla, ha sido especial tras la riada que sufrimos el pasado 8 de julio y sus consecuencias por todos conocidas. Todos estuvieron pendientes interesándose por cómo avanzaba el tema en la ciudad y dando gestos de cariño y ánimo. Emotivas palabras las de Luis Ruiz al inicio del acto. Gracias también a la atención de la junta organizadora, especialmente Charo Marín y la policía local, que se volcaron con nosotros ayudando a organizar una colecta mediante huchas en los puntos de canto para colaborar con las Hermanitas de Tafalla en los desperfectos.

Los 78 grupos de auroros de Navarra y de otras comunidades mostraron su generosidad y su gran corazón. Ese mismo día, al finalizar la jornada, hicimos entrega de los más de 8.000 euros recogidos a unas monjas más que emocionadas. Aprovechamos para cantarles a ellas y a los ancianos que allí residen la aurora, y tanto en su nombre como en el nuestro queremos daros las gracias a todos los auroros por vuestra generosidad. ¡Viva la Aurora!