Todo comenzó con un almuerzo con los jubilados de correos en el bar Askartza de la calle San Lorenzo. Recordamos viejos tiempos y ¡cómo no! nos acordamos de nuestro compañero y amigo Félix. ¡Papá! ¡Dale un fuerte abrazo de parte de todos!

Después de llenar nuestros ansiosos estómagos, tomamos un pote en La Única, como viene siendo habitual. Luego fuimos al Gorriti.

Tras pasar una bonita mañana con los compañeros postales, tocaba comer con la peña osasunista 9 de Julio, la cual tengo el placer de seguir presidiendo. ¡Qué importante soy, papá!

Cuando llegué al Askartza, otra vez, ya estaban todos sentados/as. ¡El presidente el último! ¡Papá, esto no puede ser! Además, este año tuvimos el placer de disfrutar de la compañía de Víctor, el jefe del Aúpa Taberna. Una pena que Mar no pudo venir. ¡Pero nos acordamos de ella! ¡Cómo no! Buena gente, papá.

Hubo regalos para todas las mujeres que estuvieron presentes en la comida. También para las camareras del Askartza y para las que faltaban. No faltó el acordeón de Txetxus para alegrar la sobremesa.

Este año hubo cambio en la vicepresidencia de la peña. Iñaki deja el cargo y Ana le sustituye. ¡Aúpa esas mujeres! Tranquila Luisa, que ya te llegará el carnet de socia de la peña. Ya ves papá, lo que dio de sí este día. ¡Creo que ya son 25 años o más celebrando este acontecimiento.

No me quiero olvidar de Oskar, el vitoriano, y de las dos Martas y de Amaia y de Juana y de todos los demás, incluidos los galácticos.

Luego había que ir a los toros, pero papá, esa ya es otra historia. Papá, recibe un fuerte abrazo y a ver si te hago llegar otro regalo para ti.

Gora peña 9 de julio! Eskerrik asko, Askartza! ¡Félix, nunca te olvidaremos!