Después de volver a enviar de nuevo a los ciudadanos a elecciones, creo que todos, pero todos los partidos políticos, deberían cesar inmediatamente a sus presidentes y equipos negociadores por su irresponsabilidad y más que manifiesta incompetencia para alcanzar acuerdos políticos de país, e inhabilitarlos permanentemente para el desempeño de ningún cargo público. Si no, con los mismos individuos volveremos a estar de nuevo en el mismo escenario en noviembre de 2019.

Esta urgente y necesaria medida debería complementarse con la devolución de los dineros públicos, dietas, complementos, etcétera, cobrados por estos personajes que viven de la política, no los puedo llamar políticos, y dedicar esas devoluciones de dinero público a pagar en parte las próximas elecciones a las que nos han abocado sus incompetencias, elecciones cuyo gasto puede ser de 140 millones de euros.