Nos anuncian nuevas elecciones y votar es primordial, debemos atender las razones, pues elegir bien es fundamental. Quien no vote, luego no proteste, pues de todos es sabido quiénes lo harán en masa. A priori muchos ciudadanos, por desidia al no acudir a las urnas, están facilitando el triunfo a unos que luego lamentarán con ganas. Si la cara es el espejo del alma, la elección ha de sernos más fácil, y si hasta ahora hemos sufrido con calma, hemos de votar al más hábil. Tenemos cuarenta y siete formas diferentes para pedir un café, a saber: con leche, solo, cortado la mayoría, etcétera. Somos un país complicado, que si lo arreglamos será un milagro, ya que todo tiene su fin. Hay buenos, malos y feos, que el sentido común nos aclare quiénes son los que queremos para que esta situación pronto acabe. Votemos con convicción, utilicemos la cabeza, que como sabemos pesa unos cinco kilos, y ¡votemos todos!, porque es mucho lo que nos jugamos.