El Gobierno Vasco no logra retener a empresas punteras que se han convertido en objetivo de las multinacionales gracias a la capacidad e ingenio de los promotores e inversores vascos que han desarrollado ideas novedosas y que al llegar a tener dimensión internacional han sido absorbidas por los tiburones especuladores convirtiéndolas en sus filiales a pesar de las garantías y salvaguardias exigidas por el GV para autorizar su participación a la hora de mantener la dirección general en Euskal Herria. Era de esperar entre Siemens y Gamesa a pesar de la participación de Iberdrola como accionista, y que abandona su participación por las profundas discrepancias en la estrategia implantada desde el inicio, incumpliendo los alemanes los pactos con el GV respecto a los planes en la estrategia. Era de esperar y han incumplidos los compromisos. No está lejano el caso de Euskaltel que, a pesar de las garantías de permanencia de la dirección en nuestro país que aseguró públicamente el GV, de ser creada con fondos públicos y tener de socio mayoritario a la BBK, el fondo de inversiones Zegona ha logrado la mayoría suficiente para imponer su nuevo consejo y se teme que llevarán el domicilio social y la dirección a Gran Bretaña, donde radica el fondo. El GV no da la talla, pues a pesar del gran superávit de recaudación no es capaz de promover ideas para participar en las empresas que pueden ser tentadas por grandes fondos de inversión que están a la caza de algún bargain. Incluso actúa temeroso a la hora de decidir el apoyo a empresas en crisis como La Naval que dispone de alta tecnología, personal especializado, prestigio comercial y grandes posibilidades de ser reconvertida y salvar, no solo la empresa y sus puestos de trabajo, sino que es el último motor de toda la margen izquierda del Nervión. Le ha faltado coraje para convencer a Bruselas que le permita reestructurar el astillero como lo lograron Francia, Holanda y Suecia. Para qué crear el fondo de inversiones proyectado si no va a destinar sus fondos a salvar empresas con potencial de futuro industrial en beneficio de la ciudadanía vasca y no de fondos buitre?