Querid@ cliente: Corren tiempos difíciles, y estos días más que nunca soy capaz de valorar esos detalles a los que normalmente no les doy la importancia que merecen.Querid@ cliente: hoy me dirijo a ti para darte las gracias.Gracias por tus “Buenos días”; gracias por tu sonrisa; gracias por adaptarte a las medidas que estamos tomando con tan buen humor; gracias por tus palabras de ánimo (me emocionan tanto que me encogen el corazón); gracias por hacer más sencilla mi alterada jornada laboral; gracias por valorar que esté día a día en mi puesto de trabajo, aunque no sea de gran prestigio.Y, sobre todo, gracias por ser amable conmigo. Así para mí será más fácil serlo contigo.Querid@ cliente, en estos días en los que los aplausos se han puesto de moda... mi aplauso va para ti. Gracias.