Exigimos responsabilidad, sentido común y actitudes en pro y no en contra de la salud pública. Señorías y asesores técnicos del Gobierno, una bicicleta es un dispositivo mecánico con 2 ruedas y 2 pedales con el que en 4 pedaladas la inmensa mayoría de los ciclistas hemos llegado al límite de la mayoría de las ciudades -quienes en ellas vivimos- y nos adentramos en otros municipios de menos de 5.000 habitantes en los que ya no existe la restricción por franja horaria que proponen para la práctica deportiva. En otras 4 pedaladas abandonamos dichos municipios y nos adentramos y nos dispersamos por caminos y carreteras -por fin adecuadas para los ciclistas al estar prácticamente vacías- en un territorio que de media alcanzará los 2 habitantes por km2. Es decir, en vez de dispersarnos -distanciamiento social- de la manera más evidente que existe, ustedes nos proponen que nos confinemos en el mismo espacio; parques -reducidísimos en ocasiones-, carriles bici -2 metros de ancho- y calles de pueblos y ciudades. Y además nos piden que lo hagamos en una franja horaria determinada, todos dando vueltas en el mismo espacio y saludándonos con la manita pero sin pararnos a hablar, no sea que nos pillen. Parecería que lo que intentan es que haya más posibilidades de dar marcha atrás en la desescalada, en vez de actuar decididamente e intentar salir adelante por métodos 100% más seguros.Queremos ser constructivos, no nos tomamos la molestia de escribir por incordiar al Gobierno, pero ante normas que ponen en riesgo nuestra salud al estimular el agrupamiento en vez de la dispersión y el distanciamiento social requeridos hasta la saciedad como medida obligatoria de salud pública -nuestra única vacuna de momento-, no nos queda más opción que responder en el mismo tono que emplearíamos si tuviésemos que lidiar con alguien que nos dice que la tierra es plana. Parece que contribuyendo al nivel de infantilización de la sociedad que caracteriza a este siglo XXI, nuestros máximos responsables nos imaginan por el parque con las bicicletas de 4 ruedas que conocieron en su infancia. Deberían evitar que se asiente en lo profundo de las neuronas de la ciudadanía el germen de que tal vez pueda haber motivos ocultos que conviertan en control social lo que debería ser única y exclusivamente control sanitario. Cambien la norma y eviten los absurdos, necesitamos coherencia y unidad -política y social- en esta difícil situación.PD: a los corredores de carreras de montaña nos pasa exactamente lo mismo.