Este pasado día 26 de mayo, Juan José Echeverría, concejal de UPN en Pamplona, que forma parte de la coalición de derechas junto a PP y Cs, se presentó ante la prensa para sugerir que el agujero económico que la crisis del covid-19 va a dejar en la villavesa se tape con el dinero que SCPSA tiene en caja destinado a residuos y CIA, principalmente. Más de 50 M de €, según sus propias palabras.Ese mismo Juan José Echeverría que se presentó a la presidencia sin ningún programa, sin ninguna solución. Que cuando primeramente sugirió llevar los residuos a Tudela acabó desdiciéndose por el tirón de orejas recibido. Acabó argumentando en el atril de la MCP el día de la elección a la presidencia que los demás éramos muy malos. A Juan José Echeverría y su grupo le podríamos responder sencillamente. Lo recaudado y no invertido hasta ahora en CIA y residuos no se puede destinar a transporte. Listo. Pero esto ya lo sabe él y todo su grupo. Por lo tanto, vamos a optar por darle un poco de su propia medicina. Ese dinero acumulado durante años proviene de residuos y CIA. Servicios que gestiona SCPSA, la entidad dependiente de MCP. Ese dinero está recaudado en los recibos de estos servicios. De los recibos de habitantes y negocios de 48 ayuntamientos de residuos o los 42 del CIA. Juanjo Echeverría pretende solucionar el problema de su Ayuntamiento, Iruña-Pamplona, con el dinero de todos los ayuntamientos recaudados para esos servicios.Pero aún hay más tema. Ese dinero recaudado tiene una serie de inversiones previstas y pendientes desde hace muchos años. Residuos, con la solución de la planta de tratamiento a la cual se opone, y con cuya puesta en marcha se deja muy encaminada la solución al problema que arrastramos desde hace más de 20 años. Con una solución muy completa y muy orientada a un futuro más sostenible. Necesitará de más de 50 M de € de inversión, lo saben. La zona de vertido de Góngora. Parte del dinero en caja está destinado a la recuperación de ese espacio después de su clausura, más de 25 M de euros, lo saben. Renovación de redes del CIA. Tendremos que acelerar las renovaciones puesto que las redes actuales van cumpliendo años. Por poner un ejemplo, esta misma semana hemos adjudicado una renovación de redes por valor de más de 900.000 € para un pueblo como Elcano, con 201 habitantes. ¿Se podrán hacer estas y otras inversiones de pueblos pequeños en la medida necesaria si gastamos ese dinero en tapar el agujero de Iruñea y el resto de los 17 ayuntamientos del transporte? De estas cosas, quizás, no se acuerden tanto.Salesas. La nueva sede, con un coste de 13 M de €, lo saben. Con las obras en marcha. Dando un impulso a la entidad y cerrando un capítulo abierto hace muchos años. Pero además de estos ejemplos, por citar algunos de ellos, tenemos una cuestión todavía más sangrante en nuestra opinión. UPN y sus compañeros de coalición quieren pasar la factura a las futuras generaciones. El dinero que ahora está en la caja tendría que haber supuesto dejar las infraestructuras de residuos o redes de abastecimiento al día. Dilapidar ese dinero sin atender esas necesidades, algunas de ellas previstas como he explicado, significaría que lo harían las futuras generaciones. O, si no, cómo pretende afrontar todas estas inversiones comentadas. Las generaciones actuales tendremos que hacernos cargo de lo que no supimos solucionar, no darle una patada hacia delante endeudando a futuras generaciones. La decisión de dejar a la derecha fuera de la presidencia de la MCP en septiembre pasado fue un acierto. Vistas las fórmulas que plantea su candidato a presidente en septiembre de 2019, en caso de haberlo sido habría dejado la caja como la encontraron en el Gobierno de Navarra o Ayuntamiento de Iruñea en 2015. Con telarañas y sin soluciones.Seamos responsables y vayamos a solucionar problemas, no a hacer demagogia. El problema de los residuos está encauzado y con soluciones demostradas. Las inversiones en redes o la sede, planificadas. Por último, el agujero económico del transporte no huye de una lógica que transciende el nivel foral, estatal o europeo. Por lo tanto, vayamos a soluciones integrales, asumiendo en todos esos niveles la responsabilidad de salvar el transporte público, no solo unos intereses partidistas.