Mucha gente que me conoce piensa que lo paso muy mal viendo a nuestro equipo en El Sadar. ¡Error! Son las casi-dos-horas más tranquilas y durante las que más feliz soy.Durante casi-dos-horas sólo pienso y sólo me importa que metamos un gol más que el equipo contrario. Bueno, y si ya de paso jugamos bien, mejor.¡Qué felicidad! ¡Qué paz! En estas casi-dos-horas me olvido de problemas laborales, préstamos sin pagar, injusticias en el mundo, guerras que nunca debería haber sido, de mi hermana pequeña en Estocolmo pasándolo mal, de mis miedos por vivir y de vivir muerto de miedo por morir.Esto es fútbol.Sé que es esto es un problema del primer mundo, y es hasta un insulto a la gente que ha estado luchando en primera línea de fuego contra este maldito virus, pero sí, cómo voy a echar de menos estas casi-dos-horas de felicidad en el Sadar.¡Aúpa rojos!