La fiesta de San Fermín ha universalizado a Pamplona, llena de orgullo a todo navarro y nos hace vivir las máximas emociones a los propios de esta ciudad. Pero este año de 2020, tendremos que contener las emociones. La dramática pandemia ha sido un alud de enfermedad, muerte y suspensión de toda expresión festiva en comunidad; entre ellas, la Feria del Toro.Desde el Club Taurino de Pamplona queremos llamar la atención al conjunto de la sociedad, especialmente a los muchos aficionados sanfermineros taurinos de nuestra plaza, sobre la importancia capital que poseen los festejos taurinos dentro de la fiesta secular de San Fermín. Si el Santo es la piedra angular existencial, puede asegurarse que la fiesta de los toros -y todos los satélites que orbitan alrededor de ella- son los pilares maestros de la fiesta.Los tiempos y la sensibilidad corriente actual son desfavorables a la fiesta de los toros pero las modas y actitudes sociales surgen, evolucionan y desaparecen. A lo largo de su milenaria historia, la tauromaquia ha sobrevivido en nuestra tierra a todas las vicisitudes y épocas. Por algo, o por mucho, será. Las corridas de toros son buenas. Unen en la fiesta a todo el que libremente decide acudir a la plaza, por encima de toda diferencia política, suponen una fuente de ingresos económicos para muchas personas y además, en el caso concreto de Pamplona, la feria taurina tiene naturaleza benéfica, financiando históricamente el gran centro residencial de ancianos y discapacitados que es la Casa de Misericordia.Desde el respeto a visiones dispares a la nuestra, el Club Taurino de Pamplona invita a todo el mundo a adentrarse en el mundo taurino desde el conocimiento de la tauromaquia, ya que desde esta condición comprenderá los matices y compartirá las emociones que se van sucediendo durante la lidia de los astados.El título de nuestra carta es, simplemente, la verdad. Sin el conjunto de todo lo que significa y supone la fiesta de los toros, no existe la fiesta de San Fermín. Si Pamplona celebrase fiestas sin toros, lo que tendríamos es otra cosa. Lamentablemente, lo vamos a comprobar en las próximas fechas, cuando el ansiado seis de julio llegue a Pamplona sin el olor del toro en los corrales del Gas.Tauromakia: gure Sanferminen aintzineko ohitura da.Desde el deseo de que Pamplona recupere sus festejos taurinos cuanto antes, no dudamos en gritar: ¡Viva San Fermín!