n este fatídico año 2020 se cumplen 40 años del matrimonio forzoso que la Diputación Foral de Navarra, actuando de celestina, impuso a los secretarios y secretarias de las entidades locales de Navarra con la denominada "reforma del mapa local" de Navarra, es decir, con la reordenación de la estructura territorial e institucional local. El objetivo de este matrimonio era evitar que todo ayuntamiento o concejo tuviera un secretario en exclusiva, y estudiar dónde y cuándo era necesario.

Sin embargo, estos 40 años de unión han supuesto que a día de hoy la práctica totalidad de los puestos de secretaría estén vacantes (sin funcionarios en propiedad que los ocupen) y se estén desempeñando con contratos temporales (más de 160 tienen este tipo de contrato, lo que representa más del 90% del total), algunos de los cuales tienen una vigencia superior a los treinta años. Durante estas cuatro décadas ha habido una única convocatoria de plazas para su cobertura con carácter fijo o funcionarial, realizada en el año 2012, y que solamente abarcaba 11 plazas, de las que se cubrieron 8. La situación de precariedad laboral que se ha generado es, pues, más que evidente.

Consciente de ello, el preámbulo de la Ley Foral 4/2019, de 4 de febrero, de Reforma de la Administración Local de Navarra, reconocía esta circunstancia al decir que: "La necesidad de la reforma se justifica, asimismo, en la resolución de problemas anquilosados en nuestra administración, como la infradotación de la función de secretaría e intervención en las entidades locales más pequeñas, su exagerado nivel de temporalidad y la situación de inseguridad laboral de muchas personas que desempeñan estos puestos clave para los ayuntamientos de nuestra Comunidad Foral".

No obstante, las buenas intenciones anunciadas por el legislador no se tradujeron en una solución definitiva del problema. La solución planteada era parcial y diferida en el tiempo, al estar nuevamente condicionada, al menos en parte, al desarrollo e implementación de la nueva estructura comarcal prevista en la ley. Así, la ley foral aprobada por el Parlamento de Navarra estableció en su Disposición Transitoria Cuarta que en el plazo de tres meses a partir de la aprobación de la quinta ley foral de creación de las correspondientes comarcas, y, en todo caso, en el plazo máximo de tres años desde la entrada en vigor de la misma, debían comenzar los trámites para la cobertura de las plazas vacantes de los ayuntamientos de más de 1.500 habitantes.

Pero es más. Tras más de año y medio desde su entrada en vigor, esta solución se ha visto superada por dos circunstancias. La primera, el escaso impulso que se ha dado al proceso de reforma, lo que hace que actualmente se siga sin conocer cuáles son las necesidades reales de las dotaciones del puesto de secretaría en las entidades locales de Navarra. Y la segunda y más importante, que la Disposición Transitoria Cuarta se ha tornado en un precepto contrario a la más reciente jurisprudencia europea sobre el abuso de la contratación temporal en las administraciones públicas, que impide sancionar a las víctimas de este abuso (es decir, a las personas con contratos temporales de excesiva duración o concatenados hasta el infinito) con la convocatoria de procesos selectivos abiertos a quienes no reúnen esta condición.

Por eso, ha llegado el momento de pedir el divorcio, de exigir que no se siga condicionando el régimen funcionarial de los puestos de secretaría con la reforma del mapa local. 40 años no son muchos, son demasiados. Y también es el momento de exigir una solución a la situación de abuso de temporalidad generada en estos 40 años en el colectivo de secretarios y secretarias de Navarra, una solución a la altura de las excepcionales circunstancias que la definen, basada en la dignidad y la justicia.

Firman este artículo: Isaac Valencia Alzueta, Eva María López Soto, Raúl Echarri Jiménez, Maite Perales Díaz, Jon Ander Mendinueta Ochotorena, Ainara Armendáriz Castién, Jesús Erburu Arbizu, Mª Carmen Chueca Murillo, Alejandro Elso Fábregas, Francisco Javier Gil Izco, Jesús Litago Zardoya y Alfonso Araujo GuardaminoSecretarios y secretarias de Ayuntamiento