El 5 de octubre, un grupo de familias y educadores escribimos una carta al Departamento de Educación, al defensor del pueblo y los medios de comunicación exigiendo un cambio del protocolo covid para las escuelas, para que el alumnado de primaria no se confine cada vez que haya un positivo en el aula. El 9 de octubre fueron las familias del colegio Cardenal Ilundáin, doblemente confinadas en un mes, las que hicieron esta propuesta; el 20 de octubre lo retomaron las Apymas de Navarra en su reunión con el consejero. El tema se ha seguido dialogando en cada reunión del Comité Técnico de Coordinación de covid-19 del Consejo Escolar de Navarra. El acta de la 5ª reunión de este comité, de 19 de noviembre, recoge expresamente cómo se acepta el cambio de protocolo para el alumnado de primaria.Las instituciones sanitarias y educativas afirman una y otra vez que la escuela es un lugar seguro, que los contagios no se producen dentro del aula sino fuera, y los estudios realizados afirman que el menor riesgo de transmisión se da entre los menores de 12 años.A pesar de todo esto, la decisión de dejar de confinar masivamente al alumnado de primaria e infantil aún no se ha llegado a implementar en nuestra comunidad, lo que significa que se sigue privando del derecho de ir a la escuela, de relacionarse, jugar con otros niños y moverse libremente, a miles de alumnos y alumnas.Ya durante el primer estado de alarma los niños tenían menos derecho que los perros a salir a la calle, y ahora, después de un confinamiento obligatorio de 40 días, y sin justificación científica que lo avale, les volvemos a mandar "a casa" cada vez que un compañero, con el que puede no haber tenido ningún contacto, da positivo. Aulas enteras confinadas, además de suponer un trastorno para miles de familias que tienen que ver cómo conciliar vida laboral y cuidados, supone nuevamente un golpe brutal para la infancia. Aumentan los estudios que afirman lo pernicioso que es y ha sido el confinamiento para los menores, especialmente para los más pobres, pues no sólo existe brecha digital, que dificulta el seguimiento de tareas y clases on line, sino cultural, social y económica. Quedarse en casa, aunque para algunos niños sea como unas nuevas vacaciones, para otros es un auténtico infierno de abandono, soledad, maltrato o abuso.Los niños no votan, no se manifiestan ni protestan públicamente, no escriben cartas al director€ Pero sí sufren, y mucho, el desprecio de nuestras instituciones. Se dice de ellos que son "resilientes" y que se adaptan "mejor que nadie" a cualquier situación. Pero eso no puede ser excusa para tratarlos como les estamos tratando en esta pandemia. Confinar aulas enteras en primaria por protocolo no aporta ningún beneficio y son importantes los daños que causa. Los abajo firmantes exigimos el cambio inmediato de esta medida y se ejecute desde ya la medida aceptada por unanimidad de todos los miembros del Comité Técnico de Coordinación de covid-19 del Consejo Escolar de Navarra por la cual se establece que no es necesario el confinamiento de toda el aula en el caso de que uno de los alumnos haya dado positivo.

Mª Elena García San Segundo, Claudio Fernández Quirones, Genny Jaldin Amusquivar, Samuel Valderrey Pérez Y 26 firmas más de padres y/o profesores