Para el cumpleaños de mi marido, que es en marzo, decidí comprarle una lupa. Él es aficionado a las monedas y le gusta coleccionarlas y observarlas. A la hora de hacer la compra me pareció más rápido y barato comprar la lupa por Amazon. Empresa que, como todos y todas sabéis, funciona por internet trayéndote lo que pides en un par de días a la puerta de casa. Le hice el regalo, pero a día de hoy seguía pagando una cuota de Amazon prime, cuota que pensaba que era de mi hija. Después de nueve meses pagando, mi hija me dijo que no era suya y empezamos a mirar lo que estaba pasando. Resulta que al hacer la compra se activa esa cuota a menos que específicamente tú la deniegues. Nos pasamos mi hija, mi marido y yo toda una tarde de sábado intentando reclamar. La telefonista, muy agradable, intentó darnos solución, pero por política de empresa solo nos devolvían los últimos tres meses del dinero ya pagado. Intentamos hablar con cargos intermedios de la empresa pero no había respuesta, ya que la política de empresa, de nuevo, no se hacía cargo de estos incidentes.Hablando con diferentes personas de la comunidad hemos visto que a mucha gente le ha sucedido lo mismo. Amazon tiene todo legalmente apañado para que la responsabilidad sea de los consumidores, aunque estos no siempre nos enteremos. Entonces nos planteamos, ¿no será mejor comprar en comercios pequeños, teniendo así una atención digna? Comercios pequeños que te atienden con calidad, que conviven con nosotros y nosotras, que son vecinas y vecinos, que dan alegría al barrio. Yo compré ese regalo por rápido y barato, ahora sé que me ha salido mucho más caro.