Martes 20 de abril. Llueve sobre Pamplona. Una tromba de agua que pilla a muchos. 19 horas, cafetería de la UPNA, en su terraza exterior muchos jóvenes meriendan y y ríen. Algo nos sorprende a todos. Un perro entra en la terraza, solo, sin dueño y con cara de pedir ayuda. Una cuadrilla de estudiantes lo acoge mientras informan a la camarera de la cafetería. Su cara de pena delata que no lo está pasando bien. Se decide llamar al 091 para se haga cargo del perro. Quiero dar las gracias a la cuadrilla que le dio el cariño y ese momento de protección y a la camarera que alertó del tema. El perro estaba asustado, mojado, empapado y él mismo pidió ayuda. Algunas veces no nos damos cuenta de que abandonar un animal es lo peor que hay. Suerte, amigo canino, espero que quien te acoja te demuestre amor, cariño y afecto. Y no te olvides que, si te vuelve a pasar, la cafetería de la UPNA te acogerá gustosamente. Bravo a los que le dieron esos instantes.